Creo que todos hemos recibido, por este medio, muchos correos dándonos ha entender que no perdamos en tiempo con “nimiedades”; que debemos aprovechar el tiempo y decir las cosas que sentimos en el momento: un “te quiero”, “te necesito”, “te extraño”, etc. por que tal vez no halla un mañana para poder hacerlo.
También es cierto que la mayoría de las veces ya ni leemos ese tipo de correos o simplemente no les damos demasiada importancia; en ocasiones ni siquiera nos cuentan cosas reales sino que simples fábulas o cuando lo hacen nos parecen demasiado ajenas a nosotros; sí, muy ajenas hasta que tú mismo puedes escribir uno de esos correos.
De pronto pasas de ser el lector a autor o inclusive a personaje, ya no es más una fábula sino una realidad; piensas entonces en todos los mensajes como estos que haz recibido y que no te involucras, sin preocuparte ni dilucidarlos.
Hoy yo escribo una historia así la de una amiga muy querida que, el 25 de abril, va a cumplir 2 años de muerta; y hace tan sólo unos cuantos días me enteré.
Por un lado no siento que halla perdido mi tiempo por que siempre pensé en ella y en su familia e hice lo que pude para procurar no estar fuera de contacto; cierto es, que parece no ser suficiente: Pues me quedé con el deseo de saludarla, de verla, de abrazarla, de contarle todo lo que me ha pasado y de escuchar todo lo que le pasaba; pero bien sé que ella esta en mí y en todos los que la conocieron, en los recuerdos y los corazones de quienes compartimos momentos con ella y que ahora comparto para que jamás muera.
Si de alguien puedo recordar las circunstancias exactas de cómo conocí a la persona esa sería de Mariel; porque mientras estaba entrenando americano, de esto hace ya unos 15 o 16 años; voltee como distraído a ver a las porristas (je) y allí la vi; para mí todos habían desaparecido sólo ella estaba, tal vez suene exagerado o crean que quiero “novelizar” este escrito; pero es la verdad; tanto así, que el entrenador me golpeo para que saliera de mi trance y me envió mandó a correr como castigo; pero, ni así podía dejarla de ver; cuando mis amigos me vieron… bueno basta decir que nos castigaron con más ejercicio a todos por mí culpa. Sí desde ese primer instante me gustó y, como diría un amigo mío, cosa rara yo le gusté a ella. Realmente éramos muy chicos y sólo jugamos a ser novios si de por si soy malo para eso en ese entonces peor; pero, al terminar el “juego”, no dejé de frecuentarla, y en una visita que la pasamos platicando (en el patio de su casa), por casi 4 horas; con lágrimas, risas, consejos y demás; fue cuando puedo decir nos hicimos realmente amigos.
Tengo ciertas anécdotas con Mariel; con ella puedo aplicar perfectamente la frase: “más vale calidad que cantidad” y para eso recuerdo una ocasión en su casa en que conversábamos y le pregunté sobre un “chupón” de color rojo que tenía colgado al cuello; ella me explicó que era una supuesta campaña anti-aborto; pero, que (para variar) “degeneró” en que los colores daban cierta suerte en el amor (rojo), el sexo (negro), la salud (verde), etc.; después de decirle que me había gustado le comenté que yo necesitaría varios para eso del amor y ella sin pensarlo me regalo su chupón!!!! La verdad se me hizo un gesto de lo más espontáneo, sincero y “padre”; bueno, no sé como expresar en palabras lo que sentí ese día pero fue excelente y cada vez que la veía ese preciso sentimiento era el primero que recordaba.
Ahora, ese mismo sentimiento me hace escribir esto; algo que me gustaría se tomase como un homenaje; aunque para alguien como ella debería ser un homenaje magnífico o majestuoso; pero esto es lo que yo le puedo ofrecer: dar a conocer su imagen para que perdure.
Hoy compartí la tristeza de su familia, su hijo le escribe cartas y su hija juega a las escondidillas con la luna pensando que juega con ella; espero que mañana el pensar en Mariel traiga sentimientos como el que antes mencioné a cada uno de ellos.
Por un momento llegue a pensar que yo era un vocero de ella; pero es ocupar un lugar muy grande; pues tenía voz propia, una sonrisa contagiosa y un alma muy, muy bella; a fin de cuentas somos únicos, ella era única.
Y como escribí en alguna ocasión tal vez mi memoria se debilite y olvide; pero mi corazón, mi ser nunca la olvidarán.
Con mucho cariño
Te estaré esperando en mis sueños
Roy
15 abril 2003
PD Si Charly, es con quien me acompañaste a dar serenata alla en Jalapa, atras de la comercial...no se si lo recuerdes.
PD2: Su mama fallecio hace a finales del 2008 durante una operación.
Una excelente persona a quien tambien recuerdo con mucho cariño.
jueves, 26 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario