jueves, 26 de noviembre de 2009

A Morelia vía Irapuato

Bueno este viaje es un tanto chusco por el principio; pero lo explicaré más adelante.

Puedo decir que el viaje empezó desde el viernes 13 de febrero; yo había quedado con Paty (una excelente amiga ya de muchos años) de llegar temprano a su tierra; pero, fui invitado a casa de un amigo a jugar cartas por la noche y, entre juego y juego, se hizo tarde; así que decidí quedarme para sólo llegar a mi casa arreglarme, preparar la maleta, decirle a mi “mabre” que me iba y salir rumbo a la estación.

Tomé un taxi que me llevó hasta la terminal del norte; la plática con el taxista fue bastante amena; sobre hamburguesas y algunos lugares de la república – no pregunten por el momento la relación pero la hay. Al llegar a la terminal pedí por la primera salida a Irapuato y la compré; en esos momentos me pregunté el ¿Por qué no le había dicho antes a Paty que Blanquita (mi otra mamá Je) y mi hermana viven en donde ella vive? Aun que sólo fue un pensamiento fugaz. Digo entre la desvelada, la cruda de la misma desvelada y que no podía oír del lado izquierdo era milagro que mantuviese el equilibrio y un poco de lucidez (bueno lo pongo bastante en duda pues nunca la he mostrado realmente).

Así después de esperar un rato partí. El viaje fue de 4:00 horas al llegar mandé un mensaje pidiendo el teléfono de Blanca; pero tardaron bastante en contestarme, y me comuniqué con Paty. Ella me dijo que vive frente a la terminal que en cuestión de minutos estaba allí; sólo que no nos veíamos el uno al otro por más señas que dábamos:
- ¿En qué sala estas? – me preguntaba
- Estoy exactamente en la salida del ETN... (no veo ninguna sala aquí)
- Tal vez estas abajo ahorita nos vemos.
(Pues yo sólo veo un piso)
Suena de nuevo el teléfono.
- Oye ¿En que ciudad estás? – se ve que me conoce.
- Pues en Irapuato.
- ¿Qué haces allá si vivo en Morelia?
- Conociendo la estación. Bueno pues voy para allá.

Días antes de quedar con Paty de ir a visitarla hablé con Blanca en el messenger y me preguntó que cuando las visitaba en Irapuato; le comenté que andaba mal de una pierna y que era muy probable que pronto las visitara; pues ya no tenía el pretexto del boliche o del jazz para no ir. Así me quedé con la idea de Irapuato; además si con mis 5 sentidos la riego pues desvelado de milagro no me fui a la terminal del sur a comprar un pasaje para Guerrero o a Miami...digo todo es posible en mí vida.

Por fin después de la vuelta llegué con Paty. Ella estaba sorprendida de que me hubiese equivocado de ciudad; pero, le dije que era normal en mí este tipo de cosas. En cuanto llegamos a su casa me mando a sentar y me preparó de comer; no me dejó que la ayudara. Saludé a sus dos hijas Dafne y Valeria que estaban viendo TV. Mientras yo comía Paty me puso al tanto de todo; lo que había pasado en los dos y medio años de no vernos y lo que le estaba molestando en esos momentos. Por fin cuando terminó cerramos la puerta en donde estaban las “enanas” para poder hablar con mayor libertad. Así le hice comentarios sobre todo lo que me había dicho; procurando ni juzgarla ni meter mis locas ideas en el asunto sino que más bien para ubicarla en donde se encuentra. Bueno al menos eso intenté y al parecer me salió bien.
La verdad es que nos tenemos mucha confianza; digo la relación es ya de tiempo y nos conocimos en una época en donde es más sencillo confiar en las personas (secundaria; adolescencia) al menos aquellas que comparten tus conflictos, tus problemas, tus dudas, deseos, sueños, etc. Y, aunque un poco insegura de decírmelo, después de que terminé de hacer mis comentarios me dijo: “Tenía miedo de llamarte” Cosa que la verdad me sorprendió pues no entendí el porque; además no me lo esperaba de ella; digo tiendo a provocar esa sensación en varias personas.
¿Por qué?
Porque me conoces muy bien.
Como les dije parecía que me había salido bien y así fue; pues no le dije nada que realmente ella no supiera; pero, como le comenté es más sencillo ver las cosas desde “afuera” en algunas ocasiones.
También es cierto que me es fácil conocer a las personas y mucho más en las que me intereso; en el caso de Paty, bueno la historia es larga y no para este momento; pero, puedo decir que es una mujer a la que realmente amo. (y vaya que eso me hace interesarme en ella je)
Después nos pusimos a platicar de mil cosas diferentes; lo curioso fue que durante ese tiempo y la cena Valeria (5 años de edad) me adoptó: Empezó por mostrarme sus dibujos, sus trabajos escolares, por apartarme un lugar a su lado en la mesa y por fin acostarse conmigo un rato para ver la tele. En esos momentos la mamá ya tenía sueño y pues todos nos acostamos a dormir. Yo intenté ver un rato la película que estaba en la televisión pero me venció el sueño.
Mi noche no fue lo que esperaba después de no dormir en casi 48 horas (no pude dormir en ninguno de los camiones) Empecé a tener principios de intoxicación; no supe si de la carne, la leche o las medicinas que estaba tomando; sólo tosía repetidamente, tenía algunas ronchas en el cuerpo y algo de incomodidad en general. Puse en práctica, un tanto a la desesperada, la meditación teniendo en la mente de que estaba en la casa de Paty con dos menores de edad y que no iban a saber como ayudarme si realmente algo me pasaba. Así después de un rato me tranquilicé y pude dormir; claro está que a continuación tuve un sueño extraño: entre bailes con una monja y el compartir toda la tarde con una niña que aprecio mucho; pero, para mi mala suerte, no deja de ser un sueño.
A la mañana siguiente sentí que algo se movía a mis pies, en un principio no le presté atención porque realmente estaba cansado. Pero el movimiento y la voz de Chabelo pudieron más y en un rato me hallaba jugando memoria con Valeria.

Después del que todos nos bañamos y desayunamos fue el turno para ir al zoológico; la verdad es que está bastante bonito; vaya sin más, porque tienen bien cuidados a los animales. Morelia, al menos en el recorrido hacia el “zoo”, no tiene nada impresionante; lo bueno fue que el día anterior las Chivas le habían ganado a los Monarcas; sólo que tuve que apagar mi emoción porque hubiese tenido que acortar mi visita si se enteraban en la combi. Durante la ida al zoológico aprendí a remar, bueno digamos que fue un curso “patrulla” o “apaga fuegos” o como quieran decirle sólo para salir del lago..je Y tuvimos otro buen rato para cotorrear entre Paty y yo mientras las niñas estaban en los juegos brincando, subiendo y bajando.
Por fin regresamos a las carreras sólo para comer algo de rápido he irme a la terminal. Valeria se puso muy triste desde que salimos del zoológico porque me iba, se me hizo curioso. No dejaba dejó de llorar hasta que se quedó dormida del cansancio. Al irme; sólo la bese de despedida. Al igual que lo hice con Paty.
Días antes le platique a una amiga que me daba miedo ver a Paty; por las emociones, por tanto que tenemos de historia y mil cosas más; pero, como siempre en mi vida el miedo es nada ante un amigo. Así sin pensarlo mucho realmente fui a verla aunque tome una ruta algo larga; pero, a fin de cuentas siempre llego.

Con mucho gusto por verte Paty; por convivir con Valeria y con Dafne
Las quiere muchísimo Roy
4 de marzo de 2004

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