En el altar yace el instrumento sagrado para el sacrificio. Las velas están encendidas. La música monótona, el único sonido en el lugar. Todo está listo. Observo a mis seguidores por unos momentos antes de comenzar la ceremonia. Les doy la espalda, tomo la daga y pronuncio, en latín, las sagradas palabras del ritual. Volteo con los ojos enrojecidos, mí público enardece mientras alzo los brazos. Tan sólo un golpe seco en el pecho para atravesar su corazón y poseer su alma.
Es entonces cuando pienso, como todas las noches de sacrificio: "A ver dios ¡Detenme!"
Roy
24/Abril/2004
Bueno, aquí hay algo que no me queda claro. Los sacrificios eran para honrar a los dioses -sea cual fuere el número de ellos-, no para desafiarlos. Creo que aquí hay una mezcla entre "sacrificios" paganos o antiguos -podrían ser de aztecas, mayas, o tribus africanas, incluso-, y "sacrificios" de sectas satánicas -por aquéllo del latín-. Ojo con esto, que el contexto está muy revuelto, vale?.
ResponderEliminarLo que la tía quiso decir:
ResponderEliminarRega dice:
pues es que como que menciona que los sonidos monótonos, y luego que el wey dice frases en latín, y luego desafía al "dios"... chaaaaale !!!!
- dices "sonidos monótonos"?, bueno, pues así tipo tribus de Haití, no?, del vudú y esas madres
- "frases en latín"?, pu's entonces es un wey satánico
- y luego desafía al "dios"????
no máaaaa !!!!, si se hacían sacrificios para complacer a los dioses, no paa desafiarlos !!!!
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Con todo su florido lenguaje jajaja Por cierto... está mugre no funciona bien en FireFox, tiene un bug que no me dejaba poner los comentarios >:(
jejejeje
ResponderEliminarGracias por sus comentarios.
Lo curioso es que los comentarios dicen mas de ustedes mismos que del cuento.