En una madrugada de abril, sin estrellas ni luna; aún así, con todo el corazón; pido un deseo al infinito; pido con mi alma convertida en papel, con mi mente en inspiración ardiente, con mis manos en desbordante instrumento para que mi deseo este plasmado en la misma esencia de mi ser.
Hoy pido, con lágrimas y un nudo en la garganta, simplemente una compañera, aquella que escuche mis susurros en la noche, que sienta que mi ausencia es un fuego que calcina, que el pensar en mí sea una idea simple, calmada y verdadera; aquella que con creces mi pasión me pague; que mis versos, cual saetas, lleguen hasta su corazón; aquella que comprenda mis ideas, quien no sea ni diosa ni estrella para que este al alcance de mis encantos y mis llantos; que no tenga miedo de “ser”; quien me tenga confianza pues será correspondida, que tenga sueños, fantasías y no tenga miedo a “volar”; la que mande en mi espíritu y sea de mi amor, soberana; a quien, sin titubeos, pueda decirle: Poesía... eres tú; que sus ojos expresen deseo y sean una ventana de su alma; soñando todas las noches que me quiere, ideando nuevas formas de estar juntos, de complacernos y consolarnos, de apoyarnos y reírnos, de querernos y vivir, de descubrir el mundo real y el de los sueños; oiríamos las respuestas en el viento; y aún cuando no toque la guitarra sí la haré soñar; sólo pido a alguien con mente, alma y corazón y haría todo lo anterior por amor, por que Quien lo probó, lo sabe.
ROY
8-Abril-1999
jueves, 26 de noviembre de 2009
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