domingo, 28 de febrero de 2010

En su momento

A los 34 años morí. En realidad no recuerdo nada más. Lo que siguió a continuación..bueno eso ustedes en su momento lo averiguarán.
Roy
28/Feb/2010)

jueves, 25 de febrero de 2010

Mi Lolita

Irónicamente su nombre era Lola. Tenía 14 años cuando la conocí y 16 cuando la asesinaron. Aún no puedo creer que en poco más de dos años mi vida y la percepción que tengo de la misma hayan cambiado tanto.

Conocí a Aurora, la madre de Lolita, durante una reunión en la casa de un viejo amigo. La verdad estaba encantadora y pasamos bastante tiempo platicando. Fue tal la conexión que tuvimos, a partir de ese día, que en unos meses nos casamos. Desde un principio supe que su esposo había fallecido hacía poco más de 10 años, nunca antes alguien le había atraído tanto como yo, solía decirme; además había decidido ocuparse de su hija de casi 4 años. Pasaron 10 años rápidamente y se había acostumbrado a estar solo con su hija.

Pero efectivamente el tiempo pasó y las cosas cambiaron. Llega un momento en que los niños se convierten en adolescentes y, en la mayoría de los casos, ya no desean la compañía de sus padres. Lolita estaba entre el común de los adolescentes en cuanto a su comportamiento, no tanto así en su desarrollo físico, que casi estaba en su plenitud a sus escasos 14 años. Sí, la conocí pareciendo una mujer; pero sabía que era solamente una niña.

Nunca había pensado seriamente en tener hijos; de hecho no soportaba a los niños pequeños ni siquiera a mis propios sobrinos. La última relación seria que había tenido terminó precisamente por esa razón: Ella si quería hijos y, siendo sincero, yo no. Pero la vida me dio una sorpresa que la verdad no esperaba, una hija de 14 años.

Aquí tengo que aclarar algo; ella me tuvo confianza desde el principio, me platicaba sobre sus amigas, sus inquietudes, lo que quería hacer y hasta de los chicos que le gustaban. Cierto es que en ocasiones cuando la veía en ropa interior o se sentaba en mis piernas, mi cuerpo reaccionaba, a fin de cuentas soy un hombre. Pero jamás vi a Lolita de esa forma. Ella se había convertido en la hija que nunca quise tener y sin embargo ahora la amaba.

Me arrestaron en mi oficina al regresar de comer. Estaba totalmente confundido, un policía en particular, me golpeo y me dijo "A ver si puedes con alguien más grande; cabrón". No me dijeron nada más, estuve en una celda durante la tarde y esa noche. No pude hacer ni siquiera realizar una llamada, como lo muestran las películas, me intrigaba que Aurora no hubiese venido, le debieron haber hablado de la oficina para decirle, pensaba. Entre la incomodidad y el miedo que sentía por la incertidumbre, sólo conseguí dormir un par de horas.

El día siguiente fue peor. Vi entrar a Aurora, estaba pálida y ni siquiera me volteo a ver. Por fin llegó Juan, mi abogado y amigo, después de ese día dejo de ser ambos: "Te acusan de matar a Lola". Me quede frío, no podía creer que Lolita estuviera muerta, era más de lo que podía soportar y me solté a llorar como no lo había hecho desde que era un niño. "No te creo capaz de haberla matado; pero, esto te mereces por tirarte a una niña". Todo mi dolor se convirtió en ira y de un golpe lo mande al suelo. "Aurora me lo conto todo no puedes negarlo" ¿Aurora? Esto era cada vez peor.

Me encontraba en shock, y los días pasaron como en un sueño, de forma irreal. Juan fue sustituido por Amanda, hermana de una compañera del trabajo, que al principio me veía con desprecio; luego me veía con lástima. Yo no podía dilucidar que era peor. Sin embargo, en pocos días mi situación cambió de manera tan radical a la forma en que había empezado. Me liberaron con una disculpa. Se imaginan "Disculpe usted estábamos equivocados". Igual estaba tan ensimismado e intentaba reconstruir estos días que no entendía nada.

Amanda me llevo a comer a un restaurante cercano. Me dijo que necesitaban que declarara una vez más; en esta ocasión en contra de Aurora. Mi abogada había descubierto muchas irregularidades en el caso, desde la forma en que me arrestaron hasta las mismas circunstancias del caso. Pidiendo unos favores y con ayuda externa a la policía encontraron evidencia que incriminaba a Aurora; cuando la confrontaron los agentes policiales, ella confesó haberla asesinado y tratar de inculparme. Al regresar a la delegación de policía, la observe tras las rejas, en el mismo sitio en donde me encontraba días antes y ella no quiso voltear a verme. No pude declarar en su contra porque no tenía nada que declarar. Yo no sabía nada. Con esfuerzo despejé mi adormilada mente y pedí hablar con Aurora, ella no se rehusó y nos dejaron en un privado sólo con un oficial de policía.

Salí de allí completamente abatido, mi burbuja de felicidad, una felicidad que no creí llegar a conocer, se había destrozado por completo. Aurora creía que Lolita y yo teníamos relaciones.
"Ella misma me dijo que necesitaba hablar conmigo porque amaba a un hombre mayor y no sabía qué hacer. En mi cara me lo dijo la muy ¡estúpida! –Aurora pierde el control y el policía le pone el brazo en el hombro – "No pude aguantar más, perdí el control. Luego, me di cuenta de que había matado, a mi propia hija por tu culpa" – En su rostro no vi remordimiento ni dolor ni nada su mirada estaba ausente – "Tú debías ser castigado. Tú eres el culpable de esto"
"¿Pero de donde sacaste la idea de que teníamos alguna relación?" – Pregunte buscando una respuesta que me hiciera entender todo lo que ha pasado.
"No soy… tonta" – claramente se contuvo – "Ella te platicaba todo, se sentaba en tus piernas y te abrazaba cada vez que llegabas. Incluso a mi me decía que saliera del cuarto si se vestía; pero a ti te preguntaba cómo se veía…" – No mencionaba su nombre, eso me causaba mucho dolor.
"Estas equivocada" -- le dije mientras me levantaba y me dirigía hacia la puerta para salir de allí, sentía que me ahogaba.
"No te vayas sin confesarlo. Podrás engañarlos a todos; pero, a mí no me engañas." – Se levanta de la silla, me dice de la forma más hiriente posible – "A ver cabrón. Convénceme de que estoy equivocada."

Y aquí estoy con usted. Vendí la casa, dejé mi trabajo y me vine a vivir a provincia. Estoy tratando de recuperar mi compostura.

"Antes de que se retire, dígame algo" – me dice el psicólogo – "Si va a ser mi paciente tiene que ser sincero conmigo ¿Tuvo usted relaciones sexuales con su hijastra?"
Le voy a contestar de la misma manera en que le conteste a su madre. Antes de salir del privado, después de su lastimera pregunta le dije: "No podía tener relaciones con ella. Porque las amaba a las dos. Y no habría sido capaz de lastimar a ninguna, en especial a ti. Eso es verdaderamente amar a alguien ¿no?"
Se desmorono por completo. Cayo como fulminada en la silla y por primera vez le oí mencionar, en un susurro, el nombre de Lolita; "mi" difunta hija.

Roy

25/Feb/2010

martes, 16 de febrero de 2010

Premonición

Hace dos días me convertí en un héroe. Era una sensación cálida y reconfortante. Los elogios de todas las personas me hacían sentir como si de otra persona se tratara. Una realidad perfecta me rodeaba, yo era el centro de todo; pero todo era un sueño, una ilusión. Ese sentimiento tan abrumadoramente feliz se ha convertido en un sentir indescriptible, siento un dolor en mi pecho que no me deja respirar. Aquella loca mujer tenía razón. No soy un héroe.

Mi vida transcurría de forma normal, visitaba clientes potenciales para seguros, tomé el metro para dirigirme a la zona centro de la ciudad y mi mente se llenó con la incertidumbre de si conseguiría suficiente dinero para la escuela de mis hijos. Estaba absorto en el alto costo del uniforme de secundaria para mi hija, cuando escuche un grito que me puso en alerta.

Vi a un muchacho tirado en el suelo del hangar. No entendía por qué, o cómo, pero se encontraba herido. El muchacho tiene un gran parecido con mi hijo mayor, y al ver que una mujer se acercaba a él con un cuchillo en la mano, reaccioné de una manera que nunca en mi vida hubiese imaginado: Arremetí contra la mujer y la golpee un par de ocasiones, dejándola casi inconsciente. Ella comenzó a balbucear sobre que había cometido un error; más quería centrar mi atención sobre el muchacho herido, cuando unas personas de seguridad me amagaron.

Al poco tiempo todo se aclaró. Yo recibía apretones de mano y felicitaciones; aún no podía creer lo que había hecho. Me preocupaba el estado del joven; un paramédico me aseguró que se repondría en poco tiempo. Llegué a mi casa y con mucha emoción abracé a mis hijos, en especial al grande, que, siendo adolescente, ya no le gustaba tanto; pero algo ha de haber sentido en mí que me abrazo con mucho gusto y sinceridad.

El siguiente día fue increíble. Me entrevistaron para un noticiero matutino y para un periódico. En la aseguradora hubo una pequeña pero emotiva celebración en mi honor y mi madre llamó en la noche para decirme que me había visto en televisión. Al colgar, el teléfono sonó una vez más. Con lo especial que había sido el día no logré reaccionar a la frase inicial que escuche: "Cometiste un error, un error terrible". Comprendí vagamente de quien se trataba, la loca con el cuchillo. "Ese muchacho que salvaste es un asesino, lo vi en mis visiones matar a varias personas". "Es usted una demente", le dije antes de colgarle.

El día de hoy había sido del todo normal y más comparado con los días anteriores. Eso hasta que vi el noticiero de la noche. El muchacho que había salvado mató a cinco personas y tres más estaban heridas. La tragedia terminó cuando el joven disparó en contra de la policía quien materialmente lo acribilló. Estoy helado. No puedo creer que haya salvado a un asesino. Paralizado por la sensación interna, unas lágrimas de tristeza y desesperación corren por mis mejillas. Mis tres hijos me abrazan, nunca me habían visto llorar.

Antes de esto mi vida era de lo más normal. Lo que más me preocupaba era como pagar la educación de mis hijos, el costo de los libros, materiales y uniformes. Sentía nostalgia porque mi hijo mayor ya casi no compartía nada con nosotros y mi niña ahora era una señorita de primer año de secundaria. Ahora una duda me asalta de pronto en cualquier momento del día ¿Es correcto matar a una persona para salvar a otras? De momento opino que sí. No sé mucho sobre moralidad o sobre precognición; poco a poco estoy aprendiendo. Mi vida ha cambiado radicalmente y siento que va a cambiar aún más. Al menos eso me asegura una vidente que se encuentra presa cuyas platicas forman parte esencial de mi rutina.

Y ahora creo en lo que me dice.

Roy

9/02/2010

martes, 9 de febrero de 2010

Anecdotario: E de Energía

Si eso fue lo que sentí esa tarde ya de hace muchos años: Energía. Una extraña energía que recorría mi cuerpo, principalmente mi espalda, todo a través de una mirada.

Era de mañana y nos dirigíamos sobre el eje central a desayunar. Si me hubiesen dicho que ese mismo día me iba a encontrar con mi alma gemela simplemente no le creería; pues, a pesar de ser romántico no me resultaba real. Simplemente otra ilusión. Sin embargo, eso mismo sucedió, la vi en otro carro casi sin fijarme hasta que nuestras miradas se entrelazaron. Energía pura eso fue lo que sentí. Claro está que escribí un cuento, bastante confuso a decir verdad ahora que lo leo:

¿Hasta nunca o Hasta pronto?

Esta tarde vi a una 'niña' en un carro, más no fue una simple mirada a otra mujer bonita, no, nada de eso. De pronto sin fijarme mi mirada se topó con la suya y ninguno de los dos volteó a otro lado; su mirada hizo que un escalofrío recorriera mi ser; en esta había desconcierto y era "pesada" más ni así quería apartar la mía de sus ojos.

Los carros avanzaron y por fuerza la perdí de vista. La busque nuevamente y me di cuenta que ella también lo hacía; buscándome a mi…nuestras miradas volvieron a contactarse, el escalofrío volvió y se esfumo con una pisada del acelerador por parte del conductor.

Me gustaría saber dibujar para dibujar su rostro o tener memoria fotográfica para no olvidarlo; más lo único que puedo hacer es escribir y así lo hago

Con su auto desapareciendo en una esquina detrás de nosotros sólo dejo escapar un suspiro, sólo queda una sensación y en mi mente una pregunta se formula: ¿La volveré a ver algún día?.

Sólo el tiempo me podrá responder.

ROY

3 / julio / 96

PD: Si algún día puedes leer esto espero que sepas que me refiero a ti.


 

Y a pesar de lo que puedan pensar todos, fue real. Ahora inspira en mí sólo un suspiro porque efectivamente olvide su rostro; pero nunca olvidaré la sensación que me produjo ni perderé la esperanza de volverla a ver algún día otra vez. A fin de cuentas por más que haya cambiado no dejo de ser poeta.

Temporada de 1998

Recuerdo la temporada de 1998 como si hubiese sido ayer; ese año yo fui capitán del equipo estudiantil más representativo del momento, o por lo menos eso creo, era mi quinto y último año en el fútbol americano estudiantil y en mi mente sólo estaba el divertirme y tal vez el tener una buena temporada para después probar suerte en las filas profesionales en Europa… como todos los años se abría un campamento para "novatos" ( jugadores de primer año) antes de los entrenamientos formales aún así nosotros los veteranos debíamos cumplir con las rutinas de pesas correspondientes para estar en forma y de vez en cuando nos dábamos una vuelta por los campos para ver al nuevo "material". Debo admitir (ahora lo veo con claridad) que éramos realmente elitistas y cerrados, ningún jugador tenía la habilidad o calidad suficiente como para pertenecer a nuestro equipo así criticábamos y descalificábamos a todos en especial a uno que tenía demasiada edad para ser un jugador de primer año y muy poca estatura para ser receptor, aún cuando ningún pase se le caía apenas estaba empezando…

El campamento terminó y nos incorporamos a los entrenamientos fue cuando supimos de los jugadores que habían calificado para la pretemporada entre ellos el "duende", por viejo y enano, como buen principio cada jugador veterano tomaba a uno o dos novatos (o a todos) como sirvientes, mensajeros, cuidadores o cualquier otra actividad fastidiosa (a menos que este probara su valía en el campo pero aún así lo tratábamos mal) todo lo anterior con el objeto de desanimarlo, lo probábamos para ver su temple y entonces aceptarlo como parte del equipo; ese año hubo un par de jugadores que desde el principio entraron en el selecto grupo de fútbol: Un muchacho delgado pero muy rápido que era corredor de pelota y un tipo que de verdad estaba loco que jugaba como apoyador; también el "duende" tenía mucho talento pues no soltaba ningún pase pero por algo simplemente no lo aceptábamos…

Después de un par de meses (con muchas bajas en cuanto a novatos se refiere) empezaron las pruebas que decidirían el roster final del equipo; las pruebas consistían en la capacidad atlética, la capacidad física y el desempeño durante los juegos de preparación, por supuesto el "correcaminos" y el "loco" quedaron dentro así como 10 novatos más entre ellos el "duende"; pero los entrenadores no eran los únicos en conformar el equipo nosotros dábamos el toque final en la "novatada" un fin de semana de pesadilla para los que desean entrar al equipo y que pocos resisten (bueno este deporte no es para los débiles…); todo estaba listo para el sábado y el domingo…

Para empezar todos los novatos debían de llegar a las 7 a.m. al campo de entrenamiento con un cargamento de peticiones de cada veterano con la promesa de que quien lo llevara se le reduciría el castigo del día (eso creían ja) se les pedía por lo regular botellas de licor desde un simple ron hasta un buen whiskey, aditamentos para el juego como guantes, toallas o algo por el estilo o cosas como discos compactos o simplemente dinero en efectivo; eso sí a quien no traía nada le iba peor…todo empezaba algo tranquilo con ejercicios al aire libre en el campo sólo que sin ropa, se les mojaba todo el tiempo y cada que pasaba un "novato" junto a ti debías darle un golpe con una chancla con la mano o lo que fuese , luego ya en la tarde se les ponían pruebas un tanto más complicadas como comerse una rana viva o algo (seguíamos mojándolos y golpeándolos ) ya al obscurecer a cada novato se le marcaba en el pecho su número de juego con un palo o un fierro caliente luego los pintábamos y les decolorábamos el cabello para la prueba final del día para la cual sólo 7 de los 12 que habían empezado continuaban; así que los subimos en carros los repartimos en grupos en distintas partes de la ciudad y en menos de 3 horas debían regresar al campo con una cierta cantidad de dinero que debían pedir a los peatones …. Una vez que todos llegaron al campo nuevamente (alrededor de las 11 p.m. de la noche) se les daba a cada uno su jersey con su número y debían de cantar el himno así terminaba el sábado más debían de estar al día siguiente en la alberca para la última de las pruebas.

Después de un arduo sábado ni los veteranos llegábamos temprano pero si algún novato no llegaba entes de las 12 a.m. del domingo simplemente no pasaba la prueba (llegaron 6; y sí llegó el "duende"); la prueba consistía en un poco de ejercicio físico y luego lanzarse unos cuantos clavados en las distintas alturas de 3, 5, 7 y 10 m. en la fosa. Allí nos dimos cuenta que el "duende" titubeo y a duras penas se lanzó desde los 5m. , cuando salió del agua luego de aventarse empezó a reclamar que el quería jugar americano no ser clavadista que no tenía sentido la prueba que éramos unos idiotas; de por si no nos caía bien pues así menos ; aún con las protestas subió; llegó a la orilla de la plataforma , titubeo y alguien dijo: "no tiene las agallas" y como si lo hubiese escuchado se aventó un clavado, hubo incluso aplausos pero luego de un instante nos percatamos que no salía, el entrenador reaccionó y se aventó… lo sacó y no respiraba "tiene un infarto" - ¡Un infarto - pensé - esta "viejo" pero no es para tanto - empezaron a darle RCP empezó a reaccionar al poco tiempo, escupía agua temblaba … llegaron los paramédicos de la universidad y se lo llevaron.

Nadie esperaba algo así no entendíamos que es lo que había sucedido y todos (o por lo menos yo) queríamos respuestas; así nos habló un médico : "Muchachos, su amigo se encuentra bien no hay nada de qué preocuparse pero me temo que no participará con ustedes en la temporada; miren el presenta un mal congénito del corazón que le impide hacer muchas cosas, he hablado con su madre ella esta al tanto del problema que tiene su hijo y no sabía que tenía esta disciplina incluso me comento que le extrañaba lo bien que veía a su hijo pues antes se sobresaltaba mucho y tenía tiempo de no hacerlo… de verdad que debió haber sido un gran susto el que sufrió para que se le detuviese por unos instantes el corazón" … realmente me sentí mal , recuerdo que esa noche no pude dormir…..

Esa semana había mucha tensión en el campo ni siquiera salimos a celebrar con los novatos su ingreso al equipo y tan sólo faltaban tres semanas para el inicio de la temporada; para la siguiente semana parecía que a todos se les había olvidado el incidente (a mí no) ; y a mediados de está vimos llegar al campo al "duende" con todo su equipo de entrenamiento… llamó al entrenador y sostuvo una larga charla después se fue; pero sólo para regresar al día siguiente, le entregó una hoja al entrenador y comenzó a entrenar… nadie entendía que pasaba; yo no podía dejar de verlo, me intrigaba que hacía aquí : ¡Acaso no sabía que podía morir si se esforzaba demasiado o si recibía un golpe muy fuerte?; al final de la practica el entrenador siempre nos reúne para comentar algo y en esta ocasión no fue el único en hablar: el "duende" se puso en medio de todos y comenzó:

"¡Son unos estúpidos! -- ???? -- no entiendo que les pasa están locos o que? - hubo quien quiso irse o interrumpirlo pero el entrenador no los dejó - no lo entienden verdad, sus diminutas mente no pueden comprender que se encuentran jugando tal vez uno de los mejores deportes de conjunto que existen; no pueden entender que no sirven las estrellas sino que sólo se gana usando la cabeza y estando unidos ; no pueden ver que tienen talento suficiente para ser los mejores pero en lugar de aprovecharlo lo presumen, lo desperdician en fiestas y desveladas, ninguno merece ser parte de esto… - el comienza a llorar más parece que de rabia; ¡pero quien se ha creído este enano para venir a decirme a mí el capitán que no se de que se trata esto; yo he jugado por más de 14 años este deporte es simplemente mi vida ? .. Quiero reclamarle pero unas palabras que acaba de decir me dejan helado - Si , repito me estoy muriendo … según el doctor sólo tengo si acaso un par de años de vida ; nunca pude jugar un deporte y siempre he amado al fútbol americano y si voy a morir no quiero dejar nada inconcluso ; creo que me he ganado un puesto y vengo a reclamarlo .. Pero quiero que todos ustedes me prometan algo no deseo ni su compasión ni sus cuidados; no quiero una temporada mediocre; yo quiero ser campeón y desde ahora se los digo son ustedes dignos de tener el Honor de jugar conmigo; y lo digo de la forma más pedante posible ya que realmente voy a dar todo por estar aquí y por ganar…. Incluso doy mi vida ¿Son ustedes capaces de hacer lo mismo? - no podía creerlo, yo he amado este deporte por muchos años y sé que soy capaz de vivir de él y por él pero ahora llega un individuo a decirme si yo sería capaz de morir por este deporte¡¡¡…nadie contesta, creo que todos estamos igual de confundidos, creo que incluso tenemos miedo… entonces me levanto al mismo tiempo que el "loco" lo hace y poco a poco juntamos las manos entre todos y formamos una sola; entonamos el himno y por primera vez en 14 temporadas me siento dentro de un verdadero equipo….

El inicio de temporada fue increíble pues abríamos contra uno de los equipos más fuertes de la liga y simplemente los acabamos; por cualquier punto los hacíamos pedazos fuese por la defensiva por la ofensiva o por los equipos especiales simplemente éramos muy superiores; en la semana se pensó no que nosotros estuviésemos jugando tan bien sino que el equipo contrario no tenía nivel ; pero con las siguientes jornadas la opinión de todos cambió para la sexta fecha teníamos la mejor marca 5 ganados 0 perdidos; yo era el mejor mariscal de campo de la liga teníamos 2 corredores excelentes ; la mejor defensa de la liga y al novato sensación que tenía problemas cardiacos… y se perdía el sexto juego por que se hallaba en el hospital; todo el equipo estaba desmoralizado, yo en lo personal jugué pésimo ; sólo el "loco" intentó rescatar al equipo pues el "correcaminos" resultó lesionado y nuestro corredor titular simplemente no podía hacer nada ; perdimos por mucho pero además nuevamente el equipo se desunían ; así perdimos también el siguiente juego y cuando regresó el "duende" ; realmente no queríamos que entrenara siquiera, sabíamos lo grave de su enfermedad y todos lo apreciábamos , recuerdo lo que nos dijo entonces , sus palabras aún resuenan en mi cabeza -¿Qué no tienen corazón , acaso se les acaba el espíritu si no hay alguien como yo que les prenda el foco?; somos un equipo y un jugador no puede hacer siempre la diferencia, no pueden esperar que el capi o que Raúl (el corredor titular) hagan la gran jugada y ganar de pronto; o que la defensa anote puntos en lugar de la ofensiva; deben de mentalizarse…simplemente podemos ser mejores que cualquiera - hizo una pausa - realmente agradezco que se preocupen por mí, de verdad pero saben que me siento vivo jugando déjenme compartir la sensación de ser los mejores con ustedes - y terminamos la temporada con 3 victorias por muchos puntos teniendo la mejor defensiva y ofensiva de nuestra conferencia ; quedamos con 8 ganados y 2 perdidos en el segundo y teníamos que enfrentar en las semifinales al tricampeón; un equipo con un gran apoyo de parte de su escuela, un buen staff de entrenadores y muchos jugadores de peligro; ese juego es el que más recuerdo pues salimos inspirados tanto la ofensiva como la defensiva hicimos grandes jugadas aún así sólo ganamos por 2 puntos … pero debíamos ganar ya que dedicamos el juego a un gran amigo que durante la semana había fallecido; el funeral y el entierro fueron demasiado tristes, nadie decía nada. Sobre el sarcófago estaba su jersey y algunos objetos que su madre y hermanos le dejaron; él me había enseñado mucho y no podía fallarle… la final la jugamos por nota y simplemente acabamos con nuestro rival, al terminar el encuentro y después de recibir el trofeo de campeones fuimos a celebrar más no a una cantina ni a un salón ni siquiera a la casa de alguno: fuimos al cementerio a compartir un trofeo con la persona que más lo merecía.

Estoy seguro que esa temporada no hubiese sido lo mismo sin él pues había algunos equipos con mayor talento que nosotros; no éramos ni los más rápidos ni los más pesados ni los más atléticos, incluso creo que no éramos los más inteligentes; pero sí éramos un todo unido por el mismo corazón.


 

ROY

10/Noviembre/98


 

Actualmente Raúl; Elías (un esquinero) y yo; estamos en el fútbol profesional de Europa

El "Loco" termina este año como el mejor apoyador de la historia de la liga y creo que pronto nos alcanza por acá

El "correcaminos" se retiró en su segunda campaña por lesión pero la va muy bien en un negocio.

En general todos los integrantes del equipo han sobresalido si no es en el deporte en cualquier otra actividad pues todos aprendimos a hacer las cosas amándolas; además todos los años nos vemos (durante estos 5 años) en el mismo lugar para pulir un trofeo y visitar a un amigo que extrañamos.

Dedicado a mi hermano Rubén por una difícil temporada en 1998.


 

lunes, 8 de febrero de 2010

Anecdotario: T de Teléfono

Esto lo escribí originalmente en el diario de Hi5.

Como ya he comentado en distintas ocasiones puedo hacer toda una enciclopedia de las anécdotas que tengo. La verdad esta idea está cobrando cada vez más fuerza pues se me ocurre usar wiki para poder plasmarla y, tal vez, pueda allí resolver el dilema en el que me encuentro actualmente pues tengo varias anécdotas sobre teléfono.

La primera que recuerdo es...

Emma de Xalapa

Me hallaba hace dos navidades en jalapa y le había pedido a Jorge el teléfono de Raquel para contactarla y organizar una reunión con mas amigos de la prepa. Asumí que el número era de celular y le mande un mensaje. Unas cuantas horas más tarde me contesto una persona que, 2 o 3 mensajes después, se identifico como Emma de Jalapa. Se me hizo excelente de su parte el hacerme ver mi error; de lo contrario habría supuesto que no podía contestarme Raquel. Seguimos "mensajéandonos" por ese y el siguiente día. Para hacer corto este relato me invito a comer a su restaurante de mariscos (excelente también) y pase la tarde platicando con ella sobre esoterismo, coincidencias, creencias y muchas otros temas. A la fecha de pronto nos mandamos mensajes. Pero no pueden negar que es el tipo de cosas que "solo a mi me pasan"

Ocupado
Esta es de esas anécdotas que sería mejor no escribir pues no hubo testigos del acontecimiento; sin embargo "si lo sabe dios que lo sepa el mundo" dicen por alli no??
Extrañamente me encontraba en el comedor de mi casa, alrededor de las 2pm, haciendo tarea de geometría. Yo rara vez estaba en mi casa, frecuentemente NO hacia tarea y la geometría es lo que menos me gusta de las matemáticas. Sin embargo esa ocasión estaba bien picado y me "viaje" aun más al empezar a resolver la tarea de Algebra. Al poco tiempo de estar estudiando pensé en mi mama y se me ocurrió marcarle para ver si pronto llegaba. Ocupado. Así que seguí en mi rollo. Me encontraba en tal estado que no tenía ni la TV ni el radio prendidos y ni siquiera comí !!! Lo Único que distraía mi atención de los libros era el marcar por teléfono: Ocupado, Ocupado. Hasta me puse a leer capítulos más avanzados del libro de algebra. Ocupado. OCUPADO. (Que acaso no cuelgan ese maldito teléfono??) La sexta vez que marque hasta grite una grosería, de esas que rememoran a la mama, mientras colgaba con excesiva fuerza el auricular. Por fin alrededor de las 6pm me levante para marcar nuevamente y descubrí que había marcado en varias ocasiones (ustedes llevan la cuenta) a mi propia casa. No me quedo más que reírme.

Mi abuelo

Yo tengo gratos recuerdos de mi abuelo, Don Jesús Trejo (nótese que me apellido Ramírez). Que la verdad es uno de los mejores personas que he tenido la oportunidad de conocer. Desde la forma en que preparaba los frijoles pasando por sus bromas hasta su calidad humana.
Cierta vez me comunique con Él para explicarle el por qué no había ido a comer desde hace algunas semanas a su casa. Resultaba que me había peleado muy fuerte con mi tía Lety (muy fuerte): "pero no es nada contra ti y solo quiero que lo sepas". Le comente. La familia "Ramírez" es de carácter explosivo y con tendencias agresivas. Incluso en alguna ocasión mi tía corrió a mi abuelo de la casa "Como dejas que ella te corra de la casa que hasta tú hiciste??" - El construyó el segundo piso.
"Cuando tu abuela murió le dije que no me dejara nada. Que todo se lo diera a tu papa y a tu tía. Además lo único que de aquí me importaba ya no está y le voy a dejar flores al cementerio cada 15 días". Un verdadero tipazo.
A pesar de que esa ocasión platicamos alrededor de 5 horas por teléfono hay otra anécdota:

A mi abuelo le detectaron cáncer de próstata y estuvo internado en el hospital. No fui a visitarlo ya que me siento incomodo en los hospitales y en ciertas iglesias o casas antiguas. Un pretexto muy tonto para no aceptar que me daba miedo el verlo. Enfermo. Machito. Muriendo.
Cada vez que sonaba el teléfono en mi casa (otra de esas extrañas tardes) pegaba un brinco y un escalofrió me recorría la espalda. "Tu abuelo murió y no fuiste a visitarlo" era la frase en mi mente. Sin embargo, la quinta ocasión que esto sucedió, con toda la seguridad levante el teléfono y pensé: "No. Mi abuelo va a morir cuando yo esté presente"
Y sucedió así:
Cierto domingo, sin plan de antemano; mi papa nos invito a desayunar a mi hermano y a mí. Yo no lo acostumbro y por lo regular declino la invitación. No ese día. Paso por nosotros y mi hermano le comento que tenía que ver a alguien cerca de la casa de mi abuelo. "Vamos a ver como esta y después nos vamos a desayunar" Para aprovechar. Llegamos a su casa y estaba bastante mejorado, hasta "chanzas" decía. (Ya lo había visitado varias veces después de su salida del hospital en su casa) Mientras Rubén hacia sus cosas nos quedamos jugando domino mi papa y yo. Mi abuelo estaba sentado en su silla y se quedo dormido (lo verifique cuando pase por "la ficha"); pero al poco tiempo falleció. Le comente a mi papa, ambos lo acostamos en la cama y, mientras El hacia unas llamadas telefónicas, bese la mejilla de mi abuelo y le susurre: "ya estas con quien querías".

Roy
14/marzo/2007

Pluma, cuaderno y estuche


 

Tomé esa vieja pluma fuente y comencé a escribir; estaba ya tan acostumbrada al lápiz que manché las dos primeras hojas. Mi relato trataba sobre un niño, una niña, intervenían en él un gato de pelo blanco con negro que era muy travieso y un mono muy inteligente que les daba consejos.

La inspiración me venía de golpe: me imaginaba al niño de 9 o 10 años, con sus chapitas, su chaleco blanco, su cabello rizado y castaño y su "trompa" levantada ante un regaño. Su amiguita, una niña de la misma edad, morena, los ojos obscuros, de cabello lacio y negro como el carbón, con una sonrisa dulce y picarona. El gato es juguetón, ¡se le ocurre cada locura! Y así mete en predicamentos a los dos pequeñuelos; el mono, un animal viejo y sabio quien siempre les ayuda a salir de tantos enredos... y así, con ellos cuatro, formo una historia; en esta ocasión para mis nietas.

En algún lugar de esta vieja casa debe estar el cuaderno donde empecé a escribir, a petición de mi hijo menor; al principio fue difícil, no sabía sobre que hablar, así que mi niño se acercó y me dijo: "escribe sobre lo que veas, habla de lo que sientas, sobre cualquier cosa" Y así comencé a escribir, mi mente y mi memoria se convirtieron en un estuche donde guardaba todas las cosas que se me ocurrían durante el día y en la noche las ocupaba según las necesitara.

Cualquier cosa servía, hablar del mercado, hablar sobre la mesa o sobre el carro. Una charola era la heroína del día o mi jefe del trabajo villano, porque tuve un mal día en la oficina; cualquier cosa podía ser tema. Mi niño y mis dos pequeñas hijas se quedaban despiertos hasta que les leyera la historia del día, con una me servía para dormirlos durante 3 o más noches; pues me hacían todo tipo de preguntas y yo tenía que responderlas hasta que les ordenaba que se durmieran.

Nunca me puse a pensar en que ellos crecerían, tal vez fue mi peor error ya que un día me dijeron que ya no les leyera; así, desilusionada guardé mi lápiz, mis cuadernos y dejé cerrado el estuche.

Pero hoy mi "niño" encontró un cuaderno y me pidió que escribiese una vez más; pero esta vez para sus 2 preciosas hijas, así que desempolvé ésta vieja pluma fuente, tengo un nuevo cuaderno y de mi estuche he sacado un mono de peluche y le di sabiduría, un gato doméstico y le di malicia y a los dos niño de mi vecino les dí problemas y entonces: Era un día soleado, Jorgito y Alma se disponían a regresar a casa cuando oyeron un maullido... y continué hasta que ellas durmieron; apagué la luz, cerré la puerta y sentí una satisfacción que tenía años guardada dentro de mí; poco antes de dormir, mi hijo; ya casado, hombre de negocios y excelente padre, me preguntó: "¿Puedes leerme lo que les escribiste a mis hijas? Y pasé una noche en vela leyendo, escuchando y conviviendo con mi hijo.


 

ROY

17/octubre/1994

lunes, 1 de febrero de 2010

Una y otra vez

Siempre es igual. Primero un dolor intenso de cabeza y entonces recuerdo, vívidamente, ese trágico día en que falleció mi hermano.

Lo primero que me viene a la mente es el sol, siento el sol en mi piel como si estuviese en la playa. Tal como ese día de verano.
Siento entonces el agua salada a mis pies y veo, perfectamente claro, a mi abuelo pagando los cocteles a la mesera.

Me llaman para comer, me siento bajo la sombrilla, el coctel me sabe un poco extraño pero con el hambre y las ganas de jugar de nuevo, me lo acabo muy rápido.
Quiero regresar al mar; pero mi mamá me lo impide: "Debes reposar la comida, anda quédate un rato en la sombra tienes toda la tarde para jugar".
Le comento al abuelo que me siento mareado, le digo que me voy a dormir que mamá me despierte cuando regrese. Recuerdo una sensación extraña en la boca y los brazos; pero me acomodo durmiéndome casi al instante.

Entonces oigo el grito de mi mamá. Lo escucho y me estremezco, al igual que aquella ocasión.
Le oigo gritar: "no respira" "¿Qué fue lo que pasó, papá?" "alguien ayúdeme, mi hijo no respira".

Veo a mi hermano tendido junto a la sombrilla. Mi madre desesperada, sin dejar de gritar, lo toma en brazos, llorando.
Yo me le acerco para intentar consolarla, ella no me presta atención, volteo a ver a mi hermano y es entonces cuando caigo en cuenta de todo: Soy hijo único.
Lo que recuerdo, una y otra vez, es el día en que morí.

Me empieza a doler la cabeza y entonces olvido todo.

Roy

1/1/10