Encontré un guardapelo antiguo con forma de flor en la "basura" de Don Crisóforo. Y eso no fue todo, logré rescatar otras piezas valiosas: Un dije en forma de dragón, de una dinastía china; un cáliz de plata, cuya pureza me sorprendió; una imagen de un santo, inédita; un L.P. con música de los 70s y una lectura bíblica, en un libro de cuero con herrería en oro y plata; completaron la colección.
A pesar de esto, podría decir que el "ying" con el que comencé la mañana fue obscurecido por el "yang" de la tarde. Todo comenzó con la rama de culantro que se atoró en mi garganta, casi me ahogo. Durante esos instantes mi mente fue asaltada por un pensamiento de culpa; como si fuese justo lo que me estaba ocurriendo. Estoy pagando una deuda.
Luego del, literalmente, "mal trago". Me dirigí al siguiente destino en la lista, obviamente era tarde; pero el capataz de la fábrica donde recolectaríamos más objetos nos negó la entrada. Esto fue la perdición, pues esperaba obtener al menos una lámpara de aceite para la que ya tengo comprador. Tal vez pude haber llegado a un acuerdo con el tipo; pero su comportamiento irracional y mi orgullo lo impidieron.
El día termina. No logré descubrir nada del todo original. Revisé la lista de posibles sitios de búsqueda y de forma aleatoria me dirijo a uno.
Arribo a mi destino y me llenó de una sensación de arrepentimiento por haber dejado la decisión en manos del azar. No parece ser un sitio prometedor. Me bajo de la camioneta, dudo, me tomó bastante tiempo antes de tocar a la puerta. Estoy seriamente considerando el marcharme cuando me abren la puerta. El lugar, el sitio es impresionante, una casa de principios de siglo oculta tras una fachada "moderna". El sitio resultó mejor que con Don Crisóforo, de cuyos objetos obtuve buenos tratos. Una cantidad de objetos antiguos, raros, bellos, exóticos. En serio me encontraba totalmente extasiado. Imagínenme como un niño pequeño la primera vez que observa el mar o un bosque; o que se encuentra con una sorpresa en su cama. Este era mi mejor o tal vez mi único afrodisiaco.
Basta decir que con las cosas que compré en ambos lugares fue suficiente para abrir mi propio negocio de caza tesoros.
2/Dic/2010
Roy
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